Guerra sucia como eje electoral
Por Richard Ferreira
Desde la caída de la dictadura en 1989, los procesos electorales proselitistas con miras a cada elección, sobre todo para las presidenciales, fueron casi una copia perfecta en la que los ataques se convirtieron en los elementos principales de los discursos.
La historia de la campaña electoral para el 2008 se desarrollará algo así: Lugo seguirá siendo "el cómplice de asesinos secuestradores" y Duarte Frutos, sobre quién girará el discurso opositor, ya no será Nicanor, sino "Nica-ram", una mezcla de Nicanor con Abdalá Bucaram.
Decíamos que aunque en algunos periodos de campaña, como las previas de las generales de 2003, se intentó debatir con mayor fuerza las propuestas de gobierno de cada candidato, la mayor parte de las contiendas se basaron en los discursos de agravios.
La excepción, por lo que se ve, no será la campaña para las presidenciales de 2008, atendiendo a que ha iniciado la considerada "guerra sucia" en la que se discute sobre acusaciones de uno y otro bando, y no sobre propuestas.
El descubrimiento de la denominada campaña "F5" con un dossier con el que se intenta, con razón o no, desacreditar a Fernando Lugo, es parte del esquema que se ha usado a lo largo del proceso democrático.
La elección presidencial de 1989, la que ganó con claridad el Gral. Andrés Rodríguez, estuvo cargada con un discurso contra el "coloradismo dictatorial" versus la "oposición inexperta para gobernar". Tal vez fue la más "suave".
En 1993 empezaron a saltar los llamados "trapos sucios" de cada uno de los candidatos. Wasmosy era "el barón de Itaipú", Laíno prometía "destapar la olla" y Caballero Vargas era "el empresario que no sabe nada de política"
En 1998 la guerra fue bastante fuerte. Las internas coloradas estuvieron duras, con Argaña y Oviedo, quien luego de ganar fue inhabilitado con una condena de 10 años de prisión por el intento de golpe de 1996. Las generales tuvo una dupla colorada (Cubas-Argaña) que no estaba unida, la oposición llegaba con una Alianza Democrática (Laíno- Filizzola). Cubas-Oviedo eran los "golpistas", Argaña el "autoritario", Laíno el mentiroso por no "destapar la olla" y Filizzola era "gay". De propuestas, nada.
En el 2003 se intentó debatir propuestas, pero la base principal del discurso oficialista estaba centrado en el "continuismo colorado" contra "el cambio de hombres" planteado por la oposición, dividida.
La campaña electoral para el 2008, con una aparente oposición más unida y con un pre candidato que está, en las encuestas, por encima de todos los demás postulantes, presagia una dura batalla en la que el eje fundamental serán los ataques.
Lugo, en el discurso colorado, seguirá siendo el "cómplice" de secuestradores y asesinos y un peligro para el país por su "ideología". Si es Fadul el candidato, el titular de Patria Querida será, como en la anterior campaña, "el usurero de la derecha".
El discurso de la oposición, si gana Blanca los comicios en la ANR, le será más fácil. Apuntará directamente a Nicanor y no necesariamente a la candidata presidencial. Si es Castiglioni, el vicepresidente será "el representante de Estados Unidos" y el "haragán". Alderete, será, de nuevo, "el hermano siamés de Nicanor".
Los dedos acusadores sobre la campaña "sucia" apuntan hacia los colorados, pero la oposición no se queda atrás y, sea quien sea el representante de la ANR en el 2008, tendrá como elemento fundamental de estrategia apuntar a un Nicanor "autoritario" y con "desequilibrio mental".
Lo más probable es que Nicanor se convierta en "Nica-ram" y se lo compare con Abdalá Bucaram, el ex presidente de Ecuador, conocido como "El loco", quien dejó el poder en 1997 y el Congreso de su país lo declaró con "incapacidad mental"
29 oct 2007
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